Zidane se movía con la gracilidad de un bailarín. Cada gesto suyo era pura maestría y sofisticación técnica, él orquestaba el juego con pasión desbordante. Sus pases eran una obra de arte, como pinceladas https://minaiyhy661044.webbuzzfeed.com/38951847/el-cabezazo-de-zidane-en-cámara-lenta