Zidane se movía con la armonía de un solo ser con el balón. Con una maestría y sofisticación técnica, él orquestaba el juego con pasión desbordante. Sus pases eran de una perfección pasmosa, como pinceladas https://rafaelfcry552547.blogripley.com/39337459/el-momento-exacto-del-cabezazo-de-zidane